HEPATITIS
La hepatitis es la inflamación del hígado provocada por infección de un
virus, y más raramente por intoxicación. El síntoma principal es la
ictericia (coloración amarilla de la piel). Como consecuencia de la
inflamación, se bloquea el paso de la bilis que produce el hígado al
descomponer la grasa, y se altera la función del hígado. Cuando una
persona contrae hepatitis, el hígado se inflama y deja de funcionar
correctamente. Los virus responsables, por su parte, son gérmenes y
hacen que la enfermedad, en sus tres tipos más habituales, A, B y C, se
contagie de una persona a otra; se denominan, respectivamente, virus de
la hepatitis A, virus de la hepatitis B, y virus de la hepatitis C.
Cualquier persona puede contraerla, aunque hay determinados grupos de
personas que son más propensos:
- Personas que recibieron transfusiones de sangre.
- Niños que asisten a guarderías y personal que trabaja en ellas.
- Hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
Síntomas de Hepatitis A
Los síntomas de la enfermedad son comunes a las formas de hepatitis A, B y C. La persona que contrae cualquiera de las formas de hepatitis, A, B o C, acostumbra a sentirse como si tuviera la gripe. Hay síntomas que aparecen siempre, y otros que sólo los presentan algunas personas. Otras, incluso no presentan ninguno. De cualquier forma, si se presentan algunos de los trastornos que siguen a continuación, lo aconsejable es acudir al médico. Si éste sospecha que puede tratarse de hepatitis, seguramente hará una prueba sanguínea.Síntomas habituales
- Cansancio
- Náuseas
- Fiebre
- Pérdida del apetito
- Dolor de estómago
- Diarrea
- Oscurecimiento de la orina
- Excrementos de color claro
- Color amarillento de ojos y piel (ictericia)
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